martes, 16 de noviembre de 2010

El significado de la acogida

Como todos sabemos, la infancia de cualquier niño o niña marca de manera inequívoca el desarrollo del resto de su vida. Si un niño ha tenido una infancia aceptable, donde aceptable no quiere decir que haya tenido que ser el príncipe de Inglaterra, sino una infancia plena, con una familia que le ayude a progresar como persona. Si la infancia ha sido dura, en cambio, le será más complicado desarrollarse como persona en el futuro.

Como se percibe en el video visto de la conferencia, uno de los posibles problemas que puede tener un niño es la separación prematura de sus padres. La ruptura de este vínculo emocional a tan temprana edad, puede provocar en el niño/la niña inseguridad a la hora de establecer vínculos emocionales fuertes. Recordemos llegado este punto, el procedimiento a seguir en caso de que ocurriese dicho hecho. Para evitar la institucionalización, que conlleva el ingreso o/y permanencia en un centro, se selecciona una familia de acogida (Esto se aplica automáticamente para menores de 12 años, para el resto es necesario autorización expresa por parte del niño). Esta familia debe de cumplir una serie de requisitos, tales como poseer los suficientes recursos para poder llevar adelante al niño acogido y la capacidad de educar y darle afecto, entre otros. Además, es necesario una serie de condiciones, como la capacidad de aceptar la temporalidad de la situación o la capacidad de aceptar el retorno del niño/a a su entorno familiar biológico. Una vez que se asigna en niño a su familia de acogida, se les realiza un seguimiento, que consiste en un informe semestral que recoge la buena o mala marcha del niño dentro de su familia de acogida.

Una vez visto el procedimiento, debemos comprender que es vital el hecho de que, a la hora de una posible acogida de estos niños, se les dé una familia que sea capaz, dentro de un contexto adecuado, de hacer las funciones que sus padres harían, que no les traten como si fueran entes extraños, sino que les integren de manera que se sintieran como en casa, que les enseñen lo necesario para poder sobrevivir en este mundo cruel que nos ha tocado vivir con garantías, y sobre todo, que les enseñen a crear vínculos emocionales con las demás personas, porque en esta vida una persona puede tener éxito, ser fuerte económicamente, tener buena salud, buenos hábitos, pero, si no tiene a alguien que la sepa escuchar cuando le va mal, que la anime, que la comprenda, que ría con él / ella, mal va.

Retomando el tema de las acogidas, otro punto a tener en cuenta para asegurar el éxito de la misma es la estabilidad, pues la estabilidad a la hora de establecer relaciones es un punto muy importante, más aún cuando tratamos con niños que no están formados a nivel emocional. Si un niño o niña anda de familia en familia, no sabrá valorar las relaciones estables con las personas y se convertirá en una persona fría. Sin embargo, si está con una sola familia durante toda la acogida, les tomará como una segunda familia (o única, dependiendo de cada caso en cuestión) y con el resto de las personas, creará lazos que ya dependerán del momento y la situación, pero sabrá valorarlos adecuadamente.

Concluyendo, hemos visto que una acogida con las personas adecuadas puede ser solución a los efectos devastadores de no poseer familia, o de poseer una familia inadecuada, sea por la cuestión que sea. Pero puede ser más negativa aún que el propio problema si nos equivocamos, pues no sólo no resolveremos el problema, sino que lo acentuaremos. Así pues, el mensaje a extraer queda muy claro, y es que no se puede sustituir a la familia cuando se pierde, no se puede sustituir a la familia cuando no se encuadra dentro de lo que debiera ser, pero puede subsanarse con una buena acogida.

1 comentario:

  1. Bien el comentario. para mejorar en próximas entradas puedes incluir legislación, como se regulan las iniciativas de las que hablas y que organismos tienen competencia.

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